viernes, 15 de febrero de 2013

Carta de despedida a un amor que no debía ser...


"Si tú me hubieras comprendido aunque sea sólo una vez"... Mentiras que me digo a pesar de saber la verdad y sólo para quitarme las culpas en las noches de soledad...
No eras tú, fui yo el que no supo comprender tus sentimientos, el que no lo entregó todo, el que no se preocupó ni se esforzó en crecer lo poco que teníamos...

Lo nuestro no era más que resquicios inexorables de algo inexistente... Nunca fue del todo real...
¿Cuántas veces grité amarte? Y sin embargo, siento que cada una de esas veces no repetía sino mentiras de algo que quería creer como cierto...
Nunca fui sincero. No poseo sentimientos reales, sólo creo sentimientos falsos en un intento de ser como los humanos comunes y corrientes, sentimientos que sólo tienen una existencia temporal, pasajera.
Un viejo maestro me explicó que existen ciertos seres, entre ellos él y yo, que nacen con la incapacidad de amar. No es que no puedan sentir y querer a otros, pero jamás amarán a ninguna persona ¿Qué tan cierta será esta condena? ¿Por qué tuve que nacer así?
"Siéntete privilegiado", intentó alentarme. En nada funcionó. Me pregunto si él habrá odiado tal castigo en su juventud y ya de adulto se acostumbró a ello, aceptó su realidad ¿La aceptaré yo cuando llegue a su edad? ¿Hasta entonces me estrellaré la cabeza una y otra vez intentando comprender tal hecho o cuando lastime a las personas?

¿Si te quiero? Yo podría jurar que sí, que mis sentimientos son reales... pero eso sólo porque yo los cree cuando te conocí ¿Si realmente creo que te amo? No estoy seguro. Hay días en que fácilmente te olvido y no significas absolutamente nada para mí, días en que acepto el hecho de que no era nuestro destino estar juntos y que no entregaría nada a cambio por estar contigo porque estar contigo sería dar la espalda a muchas cosas y significaría que todo a mi alrededor cambiase, mis metas, el trato con los míos, mis prioridades...
Mas hay días, mejor dicho noches, en las que tu imagen viene a mi mente y deseo con tantas ganas poder tenerte a mi lado y abrazarte fuerte, susurrarte cosas bellas al oído y llenar tu cuerpo de besos...

No obstante, tú fuiste inteligente. Dijiste basta y te alejaste definitivamente del sujeto que lo único que hacía era dañarte y que no daba nada por ti y te refugiaste en los brazos de quien si estaba dispuesto a arriesgarlo todo por ti.

He de confesarlo, soy un ser bipolar que cambia constantemente de actitudes, de sentimientos, que está dispuesto a luchar contra todo, pero que termina optando por no perder las cosas que más quiere y que han estado cerca suyo siempre. Puedo querer y puedo odiar con la misma intensidad las mismas cosas.
Cuando reflexiono coherentemente, me doy cuenta de que todo esto no son más que caprichos de mi inconsciente que no está dispuesto a dejar ir nada, que quiere seguir jugando como si fuese un niño con un juguete sin pensar un instante en el dolor que ocasiona al otro. El dolor que creo a mi alrededor con cada decisión desacertada que tomo mediante mi inmadurez y mi inconsciencia, tampoco en ello reflexiono cuando juego como niño... Y cuando estoy jugando ni siquiera me doy cuenta de lo que estoy haciendo ni de sus consecuencias sino hasta que lo hecho hecho está...

[Vincent]


[[P/D: No se me ocurrió otro título, el testo ya me había comido todo el cerebro xDDD]]

2 comentarios: